VIOLENTA EXPLOSIÓN: DESTRUCCIÓN Y SOLIDARIDAD
Raúl y Nélida Reyna vivieron una experiencia extrema y casi milagrosa. Una violenta explosión causada por un escape de gas de un calefactor, generó un incendio y serios daños en su vivienda. Serenos, agradecen la solidaridad de vecinos, bomberos, policías y empleados municipales.
El accidente ocurrió alrededor de las 6 de la mañana de este jueves, cuando Raúl se levantó a encender el calefactor a gas que tenía instalado en el comedor de su casa, como lo hacía todas las mañanas.
Por algún motivo fortuito, o por cosas del destino, no lo encendió de frente sino parado de costado. Aparentemente el botón se trabó y dejó escapar el gas, o había alguna pérdida desde momentos antes; lo cierto es que en cuestión de segundos, las llamas comenzaron a salir voraces, desde el calefactor, e inmediatamente se produjo una violenta explosión, que a Raúl lo empujó hacia atrás por varios metros.
Desde el suelo, observó como las llamas se iban hacia arriba, inclusive expandiéndose a otras habitaciones de la casa; los vidrios estallaron y algunas puertas volaron y lo golpearon. Su mujer, Nélida, que estaba en el dormitorio, también sintió la fuerza de la onda expansiva, que rompió los vidrios a escasos centímetros de donde ella descansaba.
Aunque estaban asustados, lograron comunicarse inmediatamente con la Policía y ésta con los Bomberos, que llegaron al lugar en cuestión de minutos. Nélida y Raúl estaban milagrosamente ilesos, aunque ella con los valores de presión muy elevados, lo que obligó a internarla en el Hospital Municipal.
Cuando los Bomberos llegaron, pudieron verificar la dimensión del daño: todos los vidrios estallaron y cubrieron el piso y los muebles de la casa; las puertas placas quedaron destrozadas y arrancadas del marco; las aberturas de hierro terminaron deformadas y a muchas de ellas hubo que aplicarle fuerza con barretas para poder abrirlas.
La violenta explosión también tuvo sus efectos sobre la estructura de la vivienda, generando rajaduras en todas las habitaciones y hasta el desplazamiento de una pared, en la parte superior, por unos 5 o 6 centímetros.
Frente a toda esta destrucción, se agiganta la sensación de que Nélida y Raúl protagonizaron un verdadero milagro.
SOLIDARIDAD QUE HACE BIEN
Más allá de la terrible situación que le toco vivir, Raúl Reyna se mostró sereno y agradecido. En primer término por el hecho de estar vivos y, en segundo lugar, por la solidaridad de la gente. En diálogo con DEVOTO DIGITAL expresó su reconocimiento a la labor de bomberos, policías y empleados municipales; que le ayudaron a sentirse seguro y acompañado ante la adversidad, y que le hicieron las cosas más fáciles, limpiando su vivienda, retirando las cosas rotas, apuntalando la pared dañada, trasladando las aberturas sanas a la vidriería y ofreciéndole hasta un techo en donde descansar y permanecer, mientras lo necesitaran.
También Raúl destacó el asesoramiento del Ing. Peralta, en relación al estado estructural de su casa y la excelente atención del Hospital Municipal Devoto, cuyo personal le brindó todos los cuidados a su esposa Nélida.
Emocionado, resaltó también la solidaridad y el afecto demostrado por sus vecinos, por sus amigos y por su sobrina, Natalia. Para él, todos, con amor y generosidad, les hicieron sentir que no estaban solos, y que podrían salir adelante, llenos de agradecimiento, a la vida y a la gente.
